Junto con la recopilación exhaustiva del historial médico de un paciente, muchos proveedores de atención médica consideran que la información que pueden obtener de una visita por video es suficiente para el diagnóstico preciso de muchas afecciones.
Muchos exámenes físicos presenciales se pueden realizar de forma remota. Incluso sin estar físicamente presente con el paciente, puedes evaluar visualmente el malestar general, el tono de la piel, la claridad del pensamiento y del habla, la frecuencia respiratoria, el esfuerzo respiratorio, la marcha, etc. Además, también puedes pedirle al paciente que te ayude a realizarle un examen físico durante una consulta virtual, pidiéndole que siga tus instrucciones para palpar las zonas sensibles, que lo ayude a mover la cámara para visualizar zonas como la orofaringe y que lo ayude a autoexaminarse el abdomen.